Reseña | Matar a un ruiseñor - Harper Lee

 Matar a un ruiseñor – Harper Lee

 

Holiii. ¡Buen miércoles! ¿Cómo pasaron este día tan lindo?

Tuve clases todo el día, pero no quería dejar pasar más los días para subirle esta reseña. Leí Matar a un ruiseñor hace unas cuantas semanas y qué decirles, me gustó muchísimo. Gracias Gussi por darme la oportunidad de leerlo♥

 

 

Ficha técnica:

Título: Matar a un ruiseñor
Título original: To kill a mockingbird
Autor: Harper Lee
Saga: -
Editorial: Harper Collins (Distribuye Gussi)
Número de páginas: 381
Precio: $490
Edición: Tapa blanda sin solapas
Sinopsis: “Disparad a todos los arrendajos azules que querías, si podéis acertarles, pero recordad que es un pecado matar a un ruiseñor”
Este es el consejo que da a sus hijos un abogado que está defendiendo al verdadero ruiseñor del clásico de Harper Lee: un hombre de color acusado de violar a una joven blanca. Desde la mirada de Jem y Scout Finch, Harper Lee explora con humor y una honestidad insobornable la actitud irracional que en cuestiones de raza y clase social tenían los adultos del Sur profundo en los años treinta. La conciencia de una ciudad impregnada de prejuicios, violencia e hipocresía se enfrenta con la fortaleza y el heroísmo silencioso de un hombre que lucha por la justicia.

 

 

Mi opinión

 

 

Matar a un ruiseñor es un libro que todo el mundo conoce. Tal vez no lo leyeron, tal vez solo vieron la película o simplemente escucharon el título… pero todo el mundo conoce este clásico. Yo sabía que era un clásico importantísimo por el mensaje que deja en cuanto al racismo y que, en muchas escuelas y colegios de Estados Unidos, se da como lectura obligatoria. Pero no sabía mucho más, así que podríamos decir que entré en este libro casi a ciegas.  

En Matar a un ruiseñor hay ¿tres? grandes ejes: por un lado tenemos el hilo conductor del libro contado por una niña con una visión muy particular de la vida, otra subtrama que sigue parte de la historia de un personaje atormentado y, por último, el tema del juicio que le realizan a un hombre de color acusado de violar a una mujer blanca.

 

 

 

“Hasta que temí poder perderlo, nunca me encantó leer.  A uno no le encanta respirar”.

 

 

Scout es una niña muy vivaz y distinta. ¿Por qué? Porque tiene una visión muy especial de las cosas, como muchos niños tienen en la vida real. Su punto de vista no está condicionado por tantos prejuicios como nos pasa a los adultos. Tiene pensamientos y sensaciones propias de su edad –alrededor de 7 años-, pero también un sentido de justicia y de nobleza que traspasa las páginas.  Ella es la narradora del libro por lo que es demasiado fácil empatizar con sus pensamientos y con su personaje en general.

Su hermano es Jem y también creo que tiene gran peso en la trama, porque en muchos aspectos es demasiado diferente a Scout. Es unos cuantos años mayor que ella y eso lo hace sentirse especial y de cierta forma responsable de su cuidado.

 

Y ahora voy a hablarles del personaje que, para mí, se roba la historia, más allá de que este no es un libro de personajes. Atticus Finch. Uno de los mejores personajes que he leído en mi vida.
Atticus es el padre de Scout y Jem. Además de eso es abogado y es la única persona que se atreve a tomar un caso tan polémico: la violación de una mujer blanca por parte de un hombre negro en Alabama en los años 30. Les doy este contexto para que entiendan que la sociedad estaba “condenada” y condicionada por la época. 

 

Es un hombre que tiene una gran brújula moral, unos principios férreos y una forma de vivir la vida que realmente me sorprendió. Es de esas personas que no dicen mucho, pero cuando lo hacen es mejor estar escuchando, porque siempre dicen cosas coherentes y necesarias de oír.

Hay más personajes, pero no voy a mencionarlos a todos. Sí quiero decir que la historia de Boo Radley me encantó.

“Llorar por el infierno que las personas hacen vivir a otras personas… sin pensarlo siquiera. Llorar por el infierno que los blancos hacen vivir a los de color, sin pensar que también son personas”.

 

 

 

Hace unos cuantos meses hice un trabajo de inglés con una de mis hermanas. Era escribir una biografía de Mandela y fue ahí cuando leí por primera vez la palabra “apartheid” que significa segregación racial. A medida que leíamos todo lo que eso implicó en Sudáfrica nos horrorizamos sabiendo que, a pesar de que en muchos aspectos las cosas mejoraron, todavía existen personas que discriminan al otro simplemente por el color de piel. Me cuesta creer que en este mundo existen personas tan retrógradas. No quiero aburrirlos con esto, pero creo que este libro es una inspiración, sobre todo en la época en la que salió.

 

 

 

En casi 400 páginas la autora logra incomodar al lector, le hace reflexionar sobre tantos, tantos temas, desde la discriminación racial, los prejuicios adheridos a una sociedad que se resiste al cambio y a la igualdad, el rol de la mujer, la familia… 

 

No voy a mentirles, es una trama lenta. Increíblemente tarde mucho en leer este libro. Los que ya me conocen o han estado por estos lados desde hace mucho saben que soy una lectora rápida: empiezo un libro y lo termino en el mismo día, a lo sumo al día siguiente. Pero con este título me sorprendí mucho… lo leí muy, muy lento. No solo porque los capítulos no son muy dinámicos –sobre todo los primeros-, sino porque realmente quería disfrutar la historia de a poquito. Creo que en este tipo de libros es necesaria una lectura pausada y tranquila, para asimilar realmente y compenetrarse de lleno con la trama. 

 

Matar a un ruiseñor está dividido en grandes partes. Mi favorita es la segunda, porque considero que las primeras páginas, además de ritmo lento, también son bastante introductorias.  

 

Los capítulos finales me gustaron muchísimo. No solo porque son los más dinámicos y con el ritmo más rápido, sino porque fueron como un broche de oro y sin dudas se quedan en la memoria. 

 

 

En resumen, Matar a un ruiseñor es un libro que me afectó muchísimo porque no es simplemente una obra de ficción, es un retrato de la sociedad estadounidense de la época que, lamentablemente, persiste en muchas personas a día de hoy. Un libro incómodo, pero necesario. 

 

 

La autora:

Harper Lee nació en 1926 en Monroeville, Alabama. Fue alumna de Huntingdon College y estudió Derecho en la Universidad de Alabama. Es autora de dos novelas: Matar a un ruiseñor y Ve y pon un centinela, su novela perdida, también publicada por HarperCollins Ibérica. Ha recibido numerosos premios literarios, como el Pulitzer y la Medalla Presidencial de la Libertad. Falleció en su ciudad natal en 2016. 

 

 

GRACIAS DISTRIBUIDORA GUSSI POR MI EJEMPLAR ♥