Reseña | La gente feliz lee y toma café - Agnès Martin-Lugand

Título: La gente feliz lee y toma café
Título original: Les Gens heureux lisent et boivent du café
Autora: Agnès Martin-Lugand
Saga: La gente feliz lee y toma café #1 (1/2)
Editorial: Alfaguara (Me gusta leer)
Traductor: Juan Carlos Durán Romero
ISBN: 9788420416533
Precio: $590
Número de páginas: 189
Edición: Tapa blanda con solapas
Sinopsis: Tras la muerte de su marido y de su hija en un accidente, Diane lleva un año encerrada en casa, incapaz de retomar las riendas de su vida. Su único anclaje con el mundo real es Félix, su amigo y socio en el café literario La gente feliz lee y toma café, en el que Diane no ha vuelto a poner los pies.
Decidida a darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casa frente al mar. Los habitantes de Mulranny son alegres y amables, salvo Edward, su huraño y salvaje vecino, que le sacará de su indolencia despertando la ira, el odio y, muy a su pesar, la atracción. Pero ¿cómo enfrentarse a los nuevos sentimientos? Y luego, ¿qué hacer con ellos?

SIN SPOILERS

La gente feliz lee y toma café es un libro escrito por la francesa Agnes Martin-Lugand que despertó una avalancha de críticas en su momento de publicación.

Le pedí este libro a mis amigos de Me gusta leer porque tenía muchísimas ganas de leerlo. Admito que no sabía casi nada del argumento, pero seamos sinceros... con ese título ¿era necesario leer la sinopsis?
Este título invita a leer, invita a acercarte al libro y querer empezarlo de una, porque la historia promete. 
Yo no llegué a enamorarme del libro, y seguramente sea culpa mía, por todo el hype que le tenía, pero de igual forma lo disfruté bastante.

En La gente feliz lee y toma café nos encontramos siguiendo la vida de

Diane, una mujer que acaba de sufrir una pérdida incalculable: su marido y su hija fallecen en un fatal accidente. 
Diane vive encerrada desde hace un año, incapaz de retomar las riendas de su vida, con la única presencia de su mejor amigo Félix como vínculo con el mundo. 
Además de ser su mejor amigo, Félix es su socio en el café literario La gente feliz lee y toma café, sitio en donde Diane no ha vuelto a poner los pies. 
Ahora, está decidida a darse una nueva oportunidad, pero necesita irse lejos. Lejos de todo lo que la ancla al pasado, de los recuerdos de una vida que ya no tiene y no volverá a tener. Por eso decide marcharse a un pequeño pueblo en Irlanda, a una casa frente al mar. 
Todos los habitantes de Mulranny -el pueblito- son alegres y amables. Todos excepto Edward, su vecino. 
Edward le parece una persona tosca y huraña, que le despierta ira y antipatía a partes iguales, y que, muy a su pesar, también le despertará atracción. 
¿Podrá enfrentarse a estos nuevos sentimientos? ¿Es posible seguir adelante? Y después de perderlo todo... ¿qué pasa? 

Ains, no sé cómo empezar a hablar de este libro. Les dije arriba, y también por Instagram, el hype me jugó una mala pasada. 
Esperaba más de este libro, no sé, el título tiene una poesía implícita que me hacía pensar que iba a encontrar una joyita literaria y, lamentablemente, la historia se quedó en "veremos".
No digo que sea un libro malo, porque no lo es, pero no tiene esa magia que estaba esperando. Es todo demasiado rápido. 


Con esa sinopsis, uno espera encontrarse un dramón. Esos dramas intensos que nos tienen pendientes de las páginas, con las lágrimas saliendo sin parar y sufriendo con la protagonista. Y no, no pasa eso. 
Creo que el problema más grande, para mí, es que no logré conectar con el personaje principal, y eso hizo que no pudiera sentir su dolor ni empatizar con ella. Y fue algo fuerte darme cuenta de eso, porque realmente la mujer sufrió una pérdida terrible.

Como personaje principal a Diane le faltó fuerza. Es una novela relativamente corta por lo que no tenemos tiempo de ver la evolución de la protagonista y es algo que falta.
Empieza sumida en la desesperación, la apatía y la rabia por todo lo que le pasó, y termina "mejor", pero nada que realmente lleve al lector a pensar que está atravesando y superando el duelo. 
Obviamente todas las personas atravesamos el dolor y los duelos de forma distinta, y nadie puede decirte qué forma es la correcta, pero todo fue demasiado rápido para mi gusto, más allá que hacía un año que había pasado todo. 
Cuando decidió irse a Irlanda celebré ese chispazo de vida, pero no es que decidiera irse para seguir con su vida y encontrar un nuevo rumbo. No quiero decirles más, pero si leen van a entenderme. 
No se queden con que es un mal personaje, porque en realidad tiene algunos matices que la enriquecen, pero pasaba tan rápido de un estado de ánimo al otro, y de una sensación o pensamiento al otro que realmente me sacaba de onda y no lograba entenderla. 
Félix como mejor amigo está bien, es un caso perdido, pero me gustó mucho su personaje y creo que le aportó dinamismo e hilaridad a la historia. 
Otro personaje que aportó bastante juego al libro y que de hecho, despertó un lado dormido de Diane es Edward, su antipático vecino. 
Tiene una personalidad muy tosca y muy reservada. Se limita a saludar por obligación y más nada. Pero tiene un perro que ama, y ya por eso me conquistó. Además, tiene un ligero parecido a Mr. Darcy si lo mezcláramos con Heathcliff. Una combinación rara, pero explosiva y que funciona. 

La mecánica de la relación entre Edward y Diane fue intensa. No es un insta-love, realmente lleva su tiempo, pero al ser algo que sabía que iba a pasar

perdió un poco la gracia. De igual forma, y siéndoles totalmente honesta, me gustó el tira y afloje entre ellos. 

Hay otros personajes secundarios que son relevantes para la trama, pero ninguno resalta o tiene una personalidad muy definida. Simplemente son funcionales para la historia.

El estilo de la autora es directo, sin vueltas. Tiene una pluma bonita, nada exigente, que realmente engancha al lector y hace que la novela se lea rapidísimo, más allá de su corta extensión. Como les dije, todo pasa demasiado rápido y me hubiera gustado mucho que la autora se detuviera en ciertos momentos o escenas, porque realmente era necesario tener más.
Lo que sí hay que destacar es cómo narra la ambientación y todo el tema de los lugares. Me gustó mucho y realmente pude sentir que estaba en Irlanda (y las ganas que tengo!)


El final llegó demasiado rápido para mí, y en realidad no lo vi venir. Pensé que las cosas iban a darse de cierta forma y terminó pasando todo lo opuesto. Hay otro libro que es una especie de continuación, llamado La vida vale la pena, ya lo verás que quiero leer para saber cómo sigue su historia y saber si la autora es para mí.
En resumen, La gente feliz lee y toma café es un libro que recomiendo leer sin tener mucho hype. Algunas situaciones se suceden muy rápido y el personaje principal no terminó de cerrarme, aún así está escrito de una forma muy bonita. Veremos cómo sigue la segunda parte.

Frases:
"-La fotografía es un arte y eso requiere un mínimo de sensibilidad, cosa de la que careces completamente".
"Según él, amas y después sufres, porque serás traicionado y abandonado".

Lo mejor del libro:
⇢ La forma en la que está escrito
⇢ El título

Lo peor del libro:
⇢ Momentos apresurados
⇢ Personaje principal con el que no logré conectar

MUCHAS GRACIAS ME GUSTA LEER URUGUAY POR MI EJEMPLAR ♡