Reseña | Todo lo que nunca fuimos - Alice Kellen

Alice Kellen nunca decepciona. Es de esas autoras que realmente transmiten sentimientos en sus letras. Todo lo que nunca fuimos es un libro maravilloso y acá les cuento qué me pareció.

Título: Todo lo que nunca fuimos
Autora: Alice Kellen
Saga: Deja que ocurra #1 (1/2)
Editorial: Planeta
Número de páginas: 347
Precio: $980
Edición: Tapa blanda con sobrecubierta y solapa
Sinopsis: Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres. 
Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, ni que toda su vida está a punto de cambiar. 
Porque ella está prohibida pero le despierta la piel.
Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.
Porque a veces basta un "deja que ocurra" para tenerlo todo. 

Todo lo que nunca fuimos es la primera parte de la duología Deja que ocurra escrita por Alice Kellen. Continúa y termina con Todo lo que somos juntos. 

A estas alturas saben que esta autora me gusta un montón. Considero que es demasiado bello ir viendo cómo los autores van evolucionando. El primer libro de la autora que leí, Llévame a cualquier lugar, me gustó, pero no me encantó. Pero acá encontré una mejoría y una historia tremenda.

 

"Su risa llenó la terraza, me llenó a mí, lo llenó todo".

 

En Todo lo que nunca fuimos seguimos la vida de dos personajes distintos. Por un lado está Leah, una chica que es la sombra de la que un día fue. Está rota, totalmente desesperanzada. Ella era feliz, se divertía y pintaba... pero ahora ya no pinta. No desde el terrible accidente en el que sus padres perdieron la vida. Todo lo que tiene es a su hermano mayor, pero este tiene que irse a trabajar, por lo que Leah vivirá, por unos meses, con el mejor amigo de su hermano, Axel.
Él no sabe que Leah ha estado enamorada de él desde siempre, pero lo único que quiere es ayudarla, devolverle la sonrisa y que ella vuelva a pintar. Lo que Axel no sabe es que toda su vida se pondrá patas para arriba, porque a pesar de que Leah esté "prohibida", le despierta la piel.
Entre noches estrelladas, el mar como mudo protagonista, canciones de los Beatles y manchas de pintura pueden ser capaces de tenerlo todo. 

Tal vez les suene como una historia de amor más, pero es un drama de los buenos. No solo porque Leah sufrió un terrible accidente donde sus padres mueren, sino porque está enamorada del mejor amigo de su hermano y él parece verla todavía como una niña.

Leah como protagonista me gustó mucho. Creo que partió siendo una chica que se refugiaba en sí misma después de algo tan horrible y que tuvo una gran evolución gracias a Axel. Es complicado el hecho de depender de otra persona y atribuirle responsabilidad por tu mejoría, pero acá creo que fue la forma en la que todo se fue dando.
Axel me pareció un personaje complejo e interesante. No voy a mentirles, que fuera el mejor amigo del hermano de Leah le aportó una chispa de tensión y cliché -que para mí funciona- sobre mejor amigo del hermano/chica.
Sin dudas disfruté de cómo fue pasando y evolucionando todo en su relación. 

Hay unos cuantos personajes secundarios que fueron funcionales a la historia y otros que se destacan bastante como la familia de Axel o el hermano de Leah. De hecho, en el segundo libro me gustaría saber más sobre él porque creo que puede tener mucho potencial su personaje. 

"A veces solo hay dos opciones: subir o bajar, avanzar o retroceder, coger o dejar, cerrar o abrir… Los tonos grises están bien, pero no sirven para todo. En ciertas ocasiones hay que ir a por todas, tomar decisiones arriesgadas. Como en el amor".

 

El estilo de escritura de la autora sigue siendo fresco, ligero, con tintes casi poéticos. Me gusta muchísimo su forma de narrar, tan fluida, tan empática. Creo que sabe construir historias simples, pero bonitas y que enganchan. La ambientación es algo que también me gustó mucho, tan veraniega y cerca del mar♥, pero admito que mi ambientación favorita de ella sigue siendo Alaska.
Ahora voy a meterme en algo "polémico": cuando agregué el libro a Goodreads vi muchos comentarios positivos, pero uno me llamó la atención dado que hablaba sobre cómo Axel empuja a Leah a superar su depresión y ansiedad. La salud mental es tan importante como la salud física, lo digo siempre, así que entiendo que la forma en la que Axel ayuda a Leah puede ser considerada como errónea o incluso peligrosa, pero también creo que cada persona es un mundo, y que todas las situaciones deben ser evaluadas una a una por profesionales.

El libro está dividido en meses y en estaciones, y después en capítulos cortos siguiendo los puntos de vista de ambos protagonistas. La verdad es que me gustó mucho esto, y creo que en este tipo de historias son necesarios ambos puntos de vista.

El final lo vi venir desde el principio, pero no por eso me sorprendí menos. Lo que sí les recomiendo es que en caso de que lean este libro tengan el segundo a mano, yo realmente estoy necesitando saber cómo termina todo y no tengo el siguiente libro conmigo :(

En resumen, Todo lo que nunca fuimos es un libro que supo tocarme el corazón y que me mostró toda la evolución enorme que tuvo la pluma de la autora. Sin dudas es una historia preciosa que súper recomiendo.

Alice Kellen nació en Valencia en 1989. Es una joven promesa de las letras españolas y de la novela romántica, que acostumbra a vivir entre los personajes, las escenas y las emociones que plasma en el papel. También es autora de las novelas Sigue lloviendo, El día que dejó de nevar en Alaska y El chico que dibujaba constelaciones, que fueron todo un éxito de críticas.
Es una enamorada de los gatos. Y adicta al chocolate y a las visitas interminables a librerías. 

MUCHAS GRACIAS EDITORIAL PLANETA POR MI EJEMPLAR♥